Vulcanización

La vulcanización puede definirse como un tratamiento que disminuye el flujo de un elastómero, aumenta su resistencia a la tracción y módulo, pero conserva su extensibilidad. Es un proceso para producir un cambio drástico de propiedades, no solamente en caucho natural sino también en los elastómeros sintéticos diénicos tales como los caucho SBR, de butilo y nitrilo. Ni el calor ni el azufre son esenciales para este proceso. Un gran número de compuestos que no contienen azufre pueden vulcanizar el caucho; estos caen generalmente en dos grupos, agentes oxidantes (selenio, teluro, peróxidos orgánicos, compuestos nitro) y generadores de radicales libres (peróxidos orgánicos, compuestos azo, muchos aceleradores, etc.).

 

El grado de cristalinidad de un polímero depende de la velocidad de enfriamiento durante la solidificación y de la configuración de la cadena. Durante la cristalización, al enfriar hasta la temperatura de fusión, las cadenas enmarañadas situadas al azar en el liquido viscoso asumen una configuración ordena. Para que esto ocurra, la cadena necesita suficiente tiempo para moverse y  alinearse.

Los rangos de cristalinidad van desde un cristal casi completo (hasta 95% volumétrico, en el caso del polietileno), a polímeros ligeramente cristalizados.

Las fuerzas intermoleculares afectan tanto a los polímeros como a las moléculas pequeñas. Pero con los polímeros, estas fuerzas se combinan extensamente. Cuanto más grande sea la molécula, habrá más para ejercer una fuerza intermolecular. Aún cuando sólo las débiles fuerzas de Van de Waals estén en juego, pueden resultar muy fuertes para la unión de distintas cadenas poliméricas. Esta es otra razón por la cual los polímeros pueden ser muy resistentes como materiales. El polietileno, por ejemplo, es muy apolar. Sólo intervienen fuerzas de Van der Waals, pero es tan resistente que es utilizado para la confección de chalecos a prueba de balas.

 

Fuentes: